Estudiar una maestría es de las mejores decisiones que podrías tomar, desde hace años ya no es suficiente contar con tan solo la licenciatura para destacar entre los demás. Pero no estar muy seguro si hacerlo inmediatamente después de concluir con nuestra licenciatura o dedicarle toda nuestra atención al mundo laboral es muy común, por eso te plantearemos algunas señales que te dirán cuándo tomar la decisión de estudiar una maestría.
No todas las reglas aplican para todo el mundo, pero seguro alguna resonará contigo, si es así esta puede ser la señal que esperabas, y si hay alguno que respondes con un rotundo no, deberías esperar un poco, no te sientas presionado por las decisiones que están tomando tus amigos, o la carrera laboral de tus compañeros de trabajo
Si crees que te falta especializarte
Nadie sale de la carrera sabiéndolo todo, de hecho, gracias a este mundo tan globalizado, nunca lo sabremos todo de nuestra licenciatura. Lo que sí puedes hacer para saciar tu curiosidad intelectual es seguir estudiando, más si el campo en el que te quieres especializar es muy técnico.
Sientes que te faltan contactos
El networking es de las herramientas más valiosas que existen para navegar en el mundo laboral. La mayoría de los estudiantes de maestrías ya cuentan con experiencia profesional, lo que significa que podrían integrarte a nuevos sectores, crear nuevos proyectos o convertirse en tus clientes. Hacer networking con tus docentes y compañeros de clase en la maestría puede ser instantáneo, no como en la licenciatura, donde muchos tienen que esperar años para sacar una buena oportunidad.
Cuentas con estabilidad
La pirámide de Maslow debería ser uno de los factores más importantes a tomar en cuenta cuando tomamos decisiones ¿Qué necesidad cubre esta decisión? Sabremos si contamos con estabilidad emocional y financiera suficiente para estudiar una maestría sólo si tenemos cubiertas nuestras necesidades básicas, de seguridad, sociales y de autoestima. Estudiar una maestría es parte de las necesidades de autorrealización, así que asegúrate de tener ben sentadas las bases de tu pirámide antes de querer llegar a la cima.
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