No importa si sigues estudiando o vas egresando, la primera entrevista de trabajo puede ser muy intimidante. Puede que tengas muy bien pulido tu CV, pero la entrevista es un paso fundamental para conseguir el empleo de tus sueños. Por eso, te vamos a dejar algunos tips para tu primera entrevista de trabajo.

Controla tus nervios

Es normal que esté nervioso, es la primera experiencia que tienes con una entrevista de trabajo. Seguramente estés pensando en que sólo te van a juzgar, y la verdad es que sí, ese es literalmente el trabajo del reclutador, analizar y escanear. Por esto mismo, mientras más rápido logres dominar tu lenguaje no verbal y practiques responder sin muletillas, mejor. No intestes memorizar respuestas, sólo ten presente los puntos que te gustaría abarcar.

Infórmate de la empresa

Habla muy mal de ti acudir a una entrevista de trabajo sin haber investigado si quiera a qué se dedica la empresa. No es tu deber saber de memoria el nombre del que fundó la empresa, pero sí buscar su página oficial y redes sociales. Descubrir cuál es su estilo de comunicación y filosofía te ayudará a saber si eres compatible con la empresa y cómo deberás desenvolverte en la entrevista.

Deja todo listo para el día de tu entrevista

Piensa días antes qué atuendo te pondrás, formal o algo más casual según sea el ambiente de la empresa. Ten listo tu CV impreso y guárdalo en un folder nuevo, sin manchas ni arrugas. Si necesitas un book o mostrar archivos lleva un dispositivo dónde mostrarlos, los reclutadores no suelen llevar computadora a la entrevista. Planea tu ruta y tiempos, es importantísimo llegar puntual a la entrevista.

Toda experiencia es buena

Si ya cursaste tus prácticas profesionales y/o servicio social déjame decirte que ya tienes experiencia. Si alguna vez participaste en algún proyecto externo a tus estudios, para tus amigos o familiares, eso es experiencia. Hasta tus proyectos escolares te han servido como experiencia. Te va a servir de mucho poder decir “he experimentado este problema, así lo resolví”.

No mientas por convivir

Puede que mentir te ayude a entrar a la empresa, pero a los 3 meses te darán las gracias por no dar el ancho. Sé coherente y sincero, los reclutadores tienen un tercer ojo para identificar a los que “farolean” en la entrevista. Escucha muy bien lo que te preguntan, darle la vuelta sólo hará que canses al entrevistador. Recuerda que tú también tienes derecho a decir “no me gustó el lugar”, por lo que no vale la pena maquillar tus principios y valores para “hacer clic”.

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