La neurodidáctica llegó para salvarnos a todos aquellos que no logramos concentraremos en una clase donde el profesor habla durante 50 minutos y nuestro deber es solo apuntar lo que dice, esos días han acabado. Hoy te vamos a contar de qué se trata esta disciplina y cómo es que nos puede beneficiar para dejar atrás la educación de la vieja escuela.
En 2010 un equipo de investigadores del MIT ubicado en Boston realizaron un estudio con sensores electrotérmicos en la muñeca de estudiantes, encontraron que los estudiantes tienen un total de 24 horas de actividad eléctrica durante toda una semana y llegaron a la conclusión que ese antiguo modelo pedagógico donde sólo somos un receptor pasivo no funciona.
José Ramón Gamo, experto en neuropsicología infantil, dice que el cerebro necesita emocionarse para aprender, lo cual tiene sentido cuando recuerdas esa clase que te encanta porque se nota la pasión que el profesor tiene por su materia y llevaba cada semana videos o audios, al igual que esa clase que era casi a su totalidad práctica y te emocionaba realizar cosas nuevas. Con la neurodidáctica se pretende cambiar nuestra relación con los procesos de enseñanza-aprendizaje hacia uno donde nosotros mismos seamos los que dirigimos nuestro propio camino.
¿Qué es la neurodidáctica?
Se trata de una disciplina especializada que tiene como principal herramienta utilizar las emociones para que sea efectivo el aprendizaje, así que a partir del desarrollo del funcionamiento del cerebro optimiza el proceso de enseñanza.
¿Cómo es que la neurodidáctica optimiza el proceso de aprendizaje?
Para el cerebro es muy importante el contexto del aprendizaje y la gesticulación corporal a la hora de procesar datos, por lo que la neurodidáctica se basa en dinámicas, donde el juego es el principal eje motivador. Ojo, esto no significa que los juegos sean recreativos, estos son elementos audiovisuales que requieren que el alumno esté en constante interacción con sus compañeros.
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